Al final del siglo XV, el último sultán árabe que reinaba era Boabdil en Granada. Era un gran amante de los artes, y decidió entregar la Alhambra sin defenderse para evitar que se destruye este majestuoso palacio.
Su deseo alcanzado, entregó las llaves de Granada y de su querido Alhambra a los reyes católicos. La decoración de esta habitación refleja totalmente el estilo arábe por el baldaquín de seda encima de las dos camas separadas, las paredes llenas de azulejos muy coloridos, y los muebles marroquíes hechos a mano. Desde la torre árabe, podrá gozar de una vista encantadora de la terraza del hotel y de la piscina.